Por Sarai Xaca Solábac
“Por solo tus amores Jesús mi bien amado, en ti mi vida puse, mi gloria y porvenir, y ya que para el mundo soy una flor marchita no tengo mas anhelo que amándote morir”. Santa Teresita del Niño Jesús.
Cuanto amor, encierra esta bella frase que la hermosa niña plasmó dentro de sus escritos en el Carmelo. Uno de los libros que mas bendiciones espirituales a traído a mi vida es la “Historia de un Alma”, paso a paso, las paginas de este texto nos remota a aquellos tiempo desde el nacimiento de Teresita hasta su santa muerte; cuando me di a lectura de el mismo; la admiración y respeto por esta alma de Dios creció enormemente; de Teresita solo conocía la oración siguiente “ Santa Teresita del Niño Jesús , enséñame a amar a Jesús o Santita sin igual, enséñame el camino de tu infancia espiritual ”creo que fue la primera oración que me enseño en mi infancia mi adorada Josefa, que Dios la tenga en los cielos. Por las noches, junto con mi hermana la repetíamos con gran cariño. Creo que, desde ese entonces, Dios en su gran misericordia, ya había dispuesto que Santa Teresita del Niño Jesús fuera una de las santas que marcaría el camino espiritual de mi vida. Un poco tarde, pero en el momento más necesitado, se dio el encuentro tan anhelado con Jesús.
Abusando del gran amor que le tengo a esta santita sin igual, la he llamado madrina de mis tres hijos. Siempre se los encomiendo, pidiéndole su intercesión para que a través de ella, lleguen a amar a Jesús, como ella lo hizo. Un amor fuera de serie, un amor que de solo imaginármela, mi corazón vibra de emoción y felicidad. Pequeñita de tan solo tres añitos de edad, nos demuestra que la verdadera felicidad solo se consigue siguiendo el camino de Jesús, anhelando estar en perfecta comunión con él, dejando a un lado las cosas vanas y terrenales.
Hoy , los invito con todo el respeto y aprecio que se merecen estimados lectores , para que se adentren en esta obra de gran riqueza espiritual; les aseguró que después de leer y comprender el contenido de sus hojas, su vida, ya no será la misma, quizás la conversión sea lenta , en algunos casos mas rápido de lo que pensaron , eso depende de Dios , depende de las bendiciones y gracias que el espíritu santo quiera derramar en cada uno de nosotros; porque de algo , debemos de estar bien seguros, no somos nosotros los que decidimos en que momento volveremos la mirada hacia el Santo de Israel; el nos llamará en el instante que a el le plazca. Sin embargo, insiste, demuéstrale que deseas con toda el alma conocerle y te dará a saber una parte de su cielo, aquí en la tierra.
¡Dios los bendiga!...
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