Por: Uriel Flores Aguayo
Afirma la sabiduría popular que cuando se pelean las comadres se dicen sus verdades. Eso es lo que está pasando en el intercambio de acusaciones entre Elba Esther Gordillo y Miguel Ángel Yunes, cuya ruptura además de política también parece sentimental. La ferocidad de esta disputa tiene que ver, desde luego, con la determinación y el conocimiento mutuo de los dos principales contendientes pero, sobre todo, con un obvio y profundo fondo político: el cese de la alianza entre la Gordillo y Calderón, es decir, entre el PANAL y el PAN.
El anuncio lo hizo público, de manera ostentosa y con lujo de detalles, la profesora también conocida como la chuky. La Gordillo salió a reconocer y justificar los acuerdos que en el año 2006 hizo con Calderón, al que exhibió como mentiroso y pelele. Finalmente la dueña del SNTE confirmó lo que todo mundo suponía: que traficó votos hacia el PAN a cambio de puestos y dinero, entre ellos la dirección del ISSSTE. Sin decir una palabra hasta ahora, cobarde y simulador, Calderón le contesta vía Yunes, iniciándose una confrontación de alcances insospechados. No se trata de cualquier ruptura, ésta es violenta, para estar a tono con el tipo de sexenio que nos tocó padecer.
Poco a poco se aclara el panorama para el 2012: la disputa por la nación se va a polarizar entre el PRI y sus aliados, destacadamente la Gordillo y el nuevo novio de la chuky, Peña Nieto, contra el bloque de izquierda compuesto por el PRD, CONVERGENCIA, PT, MORENA y personalidades como López Obrador, Cuauhtémoc Cárdenas y Marcelo Ebrad. Hay que confiar en las convicciones del jefe de gobierno del DF para que resista la intensa y mareadora campaña del duopolio televisivo que lo incita a romper con la izquierda para ser el candidato light y moderno que los “chuchos “están esperando.
La suerte del PAN está echada, tal como se vio en Estado de México, es la suerte de Calderón; ese partido, corrompido e inútil, pagará un alto costo político por los saldos tan negativos que deja el desgobierno de Calderón, quien obtuvo votos presentándose como el presidente del empleo para acabar siendo el presidente de la guerra. Enternecen las figuras locales del panismo que ya se anuncian para ocupar cargos de senadores y diputados, sin reparar en que su fatal tercer lugar los deja fuera de esas posiciones. Ni con asociaciones patito y falsas políticas van a poder eludir su desprestigio y el que les transfiere, gigantesco y aplastante, Felipillo, tal como lo bautizó el locuaz Vicente fox.
Junto al debate de las comadres hay otra lucha de estrategias: el PRI y las televisoras queriendo hacer creer que es inevitable su regreso a los “pinos” y que Peña Nieto ya casi es presidente; mi entras que la izquierda y analistas independientes sostienen que eso es un mito. Es una guerra de percepciones, pasajera, que en poco tiempo pasará a otros temas. Independientemente de que de una elección a otra, en este caso de una local a otra federal, las diferencias son enormes y con cambios radicales, la clave que explica todo está en los porcentajes de sufra gantes, por ejemplo en el estado de México solo votó el 43 por ciento. Si en la elección presidencial el nivel de participación se eleva a un 65 o 70 por ciento las tendencias y posicionamiento de cada fuerza política sufrirán bruscas alteraciones.
Otro mito es el aporte electoral de la chuky, que sí puede dar operación, estructura y recursos pero no puede garantizar el voto de la inmensa mayoría de los profesores, ya que, salvo sus incondicionales y beneficiarios directos, el resto del magisterio es trabajador y honesto. El magisterio mexicano no es una manada de borregos a los que se les pueda dar la orden de votar porque sí. Nada tiene que ver la profesora o maestra que se muerde las uñas para llegar a la quincena con la señora Gordillo que exhibe lujos y derroches propios de una monarca árabe, como puede ser una bolsa de sesenta mil o unos zapatos de veinte mil pesos. Por las buenas, contra las mafias, con integridad, buscando sentido a nuestra vida, vamos a hacer historia el año próximo. Sí se puede.
Recadito: la gira del movimiento con AMLO inicia el 5 de agosto en Zongolica.
urielfloresaguayo@hotmail.om
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