Por: Sarai Xaca Solábac
La capilla de San Francisco de Asís lució bellamente adornada para ser
testigo de una boda de ensueño, la que protagonizaron Angélica del Carmen
Ortega Durante y Luis Antonio Garrido Castillejos.
Bellamente ataviada luciendo un hermoso vestido en muselina suiza, diseñado
por la novia y elaborado por su mami, la distinguida Libia Durante de Ortega y
por Eva Reyna de Gasperín y Violeta Trujeque. Angélica del Carmen llegó al
recinto religioso donde la esperaba con gran alegría su novio Luis Antonio.
Fue el sacerdote Francisco Paul Bello quien ofició la ceremonia religiosa
impregnada por las notas musicales de los violines de Ernesto Centurión de la
ciudad de Córdoba. En este bello momento tan sublime, la novia recordó con gran
cariño y nostalgia a su padre, el inolvidable Hugo Ortega Castellanos, quien
estuvo presente en su pensamiento, en este grato instante en que Dios era
testigo de esta unión sacramental.
Los novios sellaron su amor ante el altar teniendo como testigos a sus padrinos
de velación Guillermo León Próspero y Betsabé Salinas Maldonado, padrinos de
anillos Miguel Ángel Yunes Márquez y Patricia Lobeira de Yunes , de arras Lilia
Ortega, de lazo Carlos Emilio Rojas
Ortega y Erika Gasperín García , de biblia y rosario Celestino Espinoza Rivera
y Tania Yedid López Flores.
Más tarde, familiares e
invitados se trasladaron al salón social “Las Golondrinas” donde se llevó a
cabo la elegante recepción, y la boda por lo civil realizada por la oficial del
registro civil de Zentla, Lucia Isabel Demeneghi Valdés, tía de la novia.
La exquisita comida fue
servida por el L.A.E.T. Rafael Ameca Espinoza, presentando una gran variedad de
platillos mexicanos, asimismo esta selecta fiesta estuvo alegremente amenizada
por el reconocido grupo “Ensueño Jarocho” quien presentó a los invitados varias
estampas musicales, logrando que los
invitados disfrutaran del agradable ambiente que se armó.
Así fue como inicia una gran
historia de amor entre Angélica del Carmen y Luis Antonio, quienes a partir de
hoy se toman de la mano y empiezan a construir sobre bases firmes, un hogar que
promete estar lleno de bendiciones y esperanza. ¡Enhorabuena ¡
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