Punto y coma/ Por Yair
Ademar Domínguez
Continuando con la tragicomedia
política (y la columna anterior), es presentado ante el pueblo veracruzano el
segundo y tercer acto de este teatro desencadenado con la tele-renuncia de
Javier Duarte en el noticiero nacional “Despierta”.
Segundo acto: Se va duarte, pero su sombra se queda.
Podría parecer sorprendente que
posterior a la aprobación de la solicitud de licencia de Javier Duarte, quien
ocupase el cargo de gobernador interino fuera el mismo que se desempeñó como
Secretario de Gobierno en su mandato, Flavino Ríos Alvarado, pero no, esa ya era
línea, y pese a los jaloneos y tirones que se presentaron hasta minutos antes
del nombramiento, las aguas terminaron apaciguándose en el tricolor y se logró
el acuerdo para el nuevo gobernador.
Pasándose por el arco de la
corrupción, la Diputación permanente nombra y toma protesta al brazo derecho de
Duarte como nuevo gobernador para los casi cincuenta días restantes de este
periodo, y aunque, como una voz en el desierto, se señalará la
inconstitucionalidad del actuar legislativo local, la votación era por
consigna: Flavino debía ser.
Duarte se va, huyó, pero se queda
su sombra (Flavino) encargada del despacho en Palacio de Gobierno, por lo que
la pesadilla no acaba sino únicamente cambia de fachada….
Tercer acto: ¿Dónde quedó la bolita?/ MIYULI se lava las manos
Durante su tele-renuncia, Javier
Duarte aceptó debatir cara a cara con Miguel Ángel Yunes, gobernador electo de
la entidad, pero al final ninguno de los dos aceptó los términos del reto
propuesto por la televisora nacional. Por su parte, Yunes Linares salta y
escupe hacía arriba con pruebas en contra de Javier Duarte, poniéndole un toque
característico al melodrama veracruzano del momento.
Pronto Miguel Ángel Yunes
Linares, como Poncio Pilato, lavándose las manos, suelta lo que desde un
principio formó parte del acuerdo político para dejar ganar al PAN y gobernar
así el tercer Estado con mayor padrón electoral (Veracruz): “Javier Duarte se
ha escapado con ayuda de Flavino Ríos”.
Quizá lo anterior causó sorpresa
para algunos o revuelo para otros, pero la huida de Duarte era una realidad
anunciada. Miguel Ángel no meterá a Javier Duarte a la cárcel, por el simple y llano
hecho de que si ésta fuera su intención autentica, él [Miguel] no sería gobernador
electo de Veracruz.
Desde el momento que Javier
Duarte decidió presentar su solicitud de licencia como gobernador del Estado,
se sabía de antemano que todo estaba arreglado y calculado, para que este
saliera por la puerta trasera y tomara el camino de la impunidad, no sin antes
hacer la faramalla mediática.
Miguel Ángel, hábil operador y
perverso político, que usó a Duarte como estandarte en campaña para resultar
electo como gobernador, sabía muy bien que las posibilidades encarcelar a un
exgobernador, eran pocas o casi nulas, y de hacerlo sería por lapso raquítico con
la finalidad única de legitimarse, para después a éste se le asignase fianza o
“arraigo domiciliario”, véase Granier y Elba Esther (madrina primera de
Miyuli).
La profecía se cumple, un fariseo
que resultó electo gobernador se lava las manos y avienta la culpa hacía donde
le es posible: “Duarte se escapó y la PGR debe ir tras de él”, o lo que a
traducción entre líneas quiere decir: “Duarte ha escapado, que lastima… yo lo
quería meter a la cárcel por ‘corrupto’ pero ahora ya no podré”….
Para reforzar el entramado de la
tragicomedia, astuto manda a una de sus alfiles a publicar en su columna de
opinión muy utópica y poco verdadera, una historia minuciosa y puntillada de
cómo se dio a la fuga el gobernador con
licencia, y que seguramente disfruta su estancia en Canadá. La pregunta de
todos ¿Dónde quedó la bolita?....
Los veracruzanos más que dimes y
diretes, o venganza política de Yunes contra Duarte, pedimos justicia, y eso significaría no sólo encarcelar a Javier Duarte por el desfalco al Estado, sino
que éste regrese todo lo que con cinismo y descaro se robó.
Orden de aprehensión sin efecto
La primicia respecto de la orden
de aprehensión, otorgada al noticiero nocturno conducido por Denise Maerker y
replicada en poco tiempo por los diferentes medios de comunicación, es parte
del mismo montaje político: Duarte pide
licencia, se escapa, y una vez ya ha huido se le es girada una orden de
aprehensión...
Esta orden de aprehensión en todo
caso, sería el comienzo para hacer justicia, pero que en este particular dudo
culmine. Recordemos que Javier Duarte sigue siendo gobernador del Estado, con
licencia, pero aún mantiene el fuero hasta el 30 de noviembre, por lo que el
primer paso es proceder a un juicio de desafuero en su contra, sin ello no
podrá ser detenido hasta después del primero de diciembre. Pero si a pocos días
de dejar el cargo se esfumó de la vida pública, y nadie tiene conocimiento de
su paradero, de aquí al primero de diciembre, no tendremos ni huella de él, más
que los rastros de impunidad victorioso.
No queda más que esperar el desenlace de este montaje de los
acuerdos entre Miguel Ángel Yunes Lianres y Osorio Chong…

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