Por Omar Avelizapa Moreno
2 de octubre de 1968 se realizó la masacre desleal al pueblo de México. Ese día, se celebraba un mitin público en la plaza de las Tres Culturas a eso de las 17:00 horas, en el cual se encontraban estudiantes, trabajadores, padres de familia con niños, obreros, en el cual los oradores principales le exigían al gobierno que terminara la represión violenta ejercida por fuerzas policíacas, cuando de pronto se dejaron oír ráfagas de ametralladoras sin saber exactamente de donde venían. La gente empezó a correr tratando de escapar en un pánico ciego, lo que produjo muchos lesionados. En esos momentos de caos franco tiradores situados en los edificios de la unidad habitacional de Tlatelolco empezaron a disparar en contra de las unidades del ejército que se encontraba ahí. A las 18:10 la batalla se generaliza oyéndose ráfagas de ametralladoras interrumpidas por lapsos de silencio y después, las ráfagas de nuevo.
La mayoría de los disparos en contra del ejército se hicieron en el edificio 16 de septiembre, y el ejército responde con dos tanques que dispararon con sus cañones en contra del edificio. Esto provocó que se incendiara y un gran número de muertos, de inmediato llegaron ambulancias que hicieron innumerable viajes. Posteriormente sólo se veía humo y fuego en algunos carros.
Los encargados de esta masacre fueron el innombrable presidente Gustavo Díaz Ordaz, Luís Echeverría Álvarez, como secretario de Gobernación, Luís Gutiérrez Oropeza, jefe del estado mayor presidencial y los encargados de toda la operación Tlatelolco José Hernández Toledo y Ernesto Gutiérrez Gomes. Personas sin valor moral que a pesar de las cientos de muertes también encarcelaron a miles en campos militares y reprimieron a todos aquellos que lo hiciera antes de la ignauración de XIX olimpiada en México.
Por más de 30 años de que el gobierno federal ha negado la existencia de detenidos y desaparecidos en el campo militar número uno sin embargo, documentos oficiales de la procuraduría general de la república y de la desaparecida dirección federal de seguridad sobre la represión del 2 de octubre de 1968 localizados en el archivo general de la nación, desmienten las versiones que prevalecieron por más de tres décadas.
Esto nos hace ver que nuestros gobiernos actúan a sus propios intereses sin importarle el pueblo ni nada que los detenga, cuando se proponen realizar algo , no hay nadie que los detenga para hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario