La imagen, el nombre y las ideas de Andrés Manuel López Obrador, fueron objeto en el 2006 de la que tal vez sea la más grande guerra sucia que se haya organizado en nuestro país contra una persona. Una coalición de intereses extranjeros y nacionales, con Fox y los poderes fácticos a la cabeza, apoyados por el duopolio televisivo, orquestaron una campaña de miedo para restarle simpatías e impedir su llegada a la presidencia. A golpe de spots y mecanismos sofisticados se le pretendió volver caricatura locuaz y monstruosa. De ahí vienen los señalamientos de populista y mesíanico que a muchos les sirvió de coartada para unirse en una especie de guerra santa contra el mal personificado, en una visión fascista, por Andrés Manuel.
El famoso y pegajoso lema del “peligro para México” fue aceptado y celebrado por algunos sectores de la sociedad por ingenuidad o por maquiavelismo. La verdad es que después de aplicar la famosa frase del “fin justifica los medios”, nadie puede creer en la buena fe o en los valores de Felipe calderón y el panismo. Después del 2006 somos una sociedad más dividida pero también más cínica, la del todo se vale, ambiente propicio para los políticos mediocres y sin convicciones.
El escenario partidista se ha modificado drásticamente respecto al del 2006: el PRI salió del sótano y se ha colocado en el primer lugar por los errores del PAN y el encumbramiento mediático de Peña Nieto, figurín sin autonomía y sin ideas propias; el PAN se derrumbó, salió igual o peor que el PRI, por su ineptitud y las cartas sin brillo que muestra nadie lo salvará del suelo; el PRD y la izquierda, para no variar, están en medio de un complejo proceso de definiciones, con las dificultades que supone ser combatidos por la oligarquía y compartir espacios con las cúpulas partidistas burocratizadas, modositas y cooptadas. Yo no creo en el fatalismo que se nos quiere vender machaconamente, todavía hay tiempo y variables como para descomponerles el escenario a los que se creen dueños de México.
Ahora resulta que el peligro para México fue Calderón, quien con su guerra nunca mencionada en campaña ha generado un país violento e inseguro. Nadando de “a muertito” en aguas donde los muertos reales los pone el pueblo, sobre todo con su juventud, sólo se ha dedicado a disfrutar las mieles del poder sin afectar, por lógica, los intereses de los monopolios y las estructuras de control que tienen secuestrado a México.
Es de chiste que a estas alturas haya quien retome y repita aquellas bobas y nocivas acusaciones, volviendo a señalar a Obrador como populista y mesiánico; peor aún, que de manera grosera y vulgar exista quien le llame amargado y rencoroso. Son polvos tontos de aquellos lodos venenosos. No son criticas, se trata de ocurrencias desfasadas que no indican ni explican nada, salvo el extravió y la intranscendencia de quienes las emiten. Hablan mal de quienes faltan al respecto de esa manera, muestra su intolerancia y, por supuesto, no aportan nada a un ambiente democrático.
Se apoye a uno o a otro, la campaña electoral que viene es una buena oportunidad para conocer más de nuestro país y encontrar las formas de hacerlo mejor; hemos llegado a los difíciles momentos que estamos viviendo por que nos falta democracia y nos sobra desigualdad social. Lo grita la realidad, lo registran las instituciones internacionales y nacionales en la materia y hasta el Dalai Lama nos lo viene a recordar: solo violencia y descomposición social se puede obtener de nuestras carencias democráticas, de instituciones débiles o prostituidas y de una sociedad tan desigual y tan pobre. Por eso la guerra de Calderón es un fracaso, porque no sólo es cuestión de policías y soldados, por mucho que se les necesite y reconozca; se requiere una sociedad libre y participativa, que tenga mínimos de bienestar y donde los jóvenes tengan oportunidades. Si eso no se ve o no se entiende nada más se estará simulando y posponiendo, para el infinito, por lo menos el inicio real de la solución a nuestros graves problemas que amenazan con crearnos una etapa infeliz. Queremos paz y bienestar social.
Recadito: Obrador en Córdoba, 21, en Huatusco y Coatepec, 22, y en Martínez de la Torre el 23 de septiembre.
urielfloresaguayo@hotmail.com
Xalapa Enríquez Veracruz a 21 de septiembre 2011
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