|
Por: Daniel Eskibel
Especialista en Psicología Política
Seguramente has visto, en la realidad pero fundamentalmente en las películas, el monitor que registra la actividad cardíaca. Recuerda: pantalla verde y una línea blanco-amarillenta que sube y baja. La línea hace picos hacia arriba y luego baja, vuelve a un pico hacia arriba, otra vez baja, y así sucesivamente.
Es la vida, el registro de la vida.Porque cuando desaparecen los picos y solo queda una línea uniforme y recta...pues es la muerte, el fin.
También el discurso político tiene su pantallita verde que registra vida y muerte. Y cuando digo discurso lo hago en términos genéricos y para referirme tanto a la oratoria callejera como a la presentación de un tema en un ámbito cerrado como a las declaraciones en radio y televisión. En suma: nombro como discurso político a toda pieza de lenguaje oral emitida por el candidato, dirigente o gobernante.
¿Qué muestra la pantallita verde del discurso político? Muchas veces, demasiadas, una línea uniforme, recta, pareja, toda igual, toda así. Quiero decir: monotonía, aburrimiento, tono monocorde, vacío y gente que no escucha, que se duerme o que se va. La muerte política.
Lo que se necesita es lo contrario: un discurso dinámico, con saltos, con picos que suben y picos que bajan, con movimiento, con cambios. Una especie de montaña rusa que mantenga en vilo al público, que lo entretenga, que lo mantenga despierto e interesado, que avive sus neuronas. La vida política.
¿Cómo puedes crear picos en el discurso político?
- Subiendo y bajando el volumen de la voz
- Acelerando y enlenteciendo el ritmo de lo que hablas
- Subrayando con distintos tonos afectivos distintos pasajes del discurso
- Usando el lenguaje corporal para dramatizar algunos momentos
- Alternando el lenguaje puramente verbal con la presentación de imágenes (fotografías, gráficas, vídeos)
- Contando pequeñas historias que cambien el ritmo y la dirección del discurso
- Introduciendo ejemplos ilustrativos llenos de vida y de imágenes visuales
- Presentando y respondiendo objeciones que temporalmente lleven al discurso en dirección opuesta a la que traía
No aburras a tu público. No mates tu discurso. Crea picos agudos que lo hagan subir y bajar. Es preferible que tu discurso sea una montaña rusa y no un mar en calma.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario