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18 de octubre de 2013

PSICOCIUDAD


La primera decisión de un gobernante debe ser integrar su staff


Por: Daniel Eskibel 
Especialista en Psicología Política
Gobernar bien.
Todos sabemos que es algo decisivo en política, claro.
Porque en toda elección se plebiscita el gobierno en funciones. Y del balance entre quienes respaldan y quienes cuestionan la gestión depende una parte importante del resultado.

Bien, eso está claro.
Por eso el punto es: ¿qué es lo primero que debe hacer un gobernante para encaminar correctamente su gestión?
La primera decisión
Los gobiernos más modernos y más eficaces rodean al principal gobernante de un staff, de un equipo que trabaja con él cotidianamente. No 2 o 3 o 5 secretarios, sino una organización que le ayuda en su tarea de dirigir el gobierno. Una estructura propia que asiste directamente al gobernante. Todos los días y todas las horas.
Una maquinita bien aceitada que planifica, que coordina, que asesora, que organiza y que tiende puentes dentro del gobierno y también entre el gobierno y la sociedad. Un equipo que funciona colectivamente y que incluye conocimientos de políticas públicas, de planificación estratégica, de asuntos legislativos, de organización de agendas, de gestión de gobierno y de comunicación en su sentido más amplio.
El gobierno y su organización
La principal objeción que alguien podría hacer a la creación de una estructura como podría ser el staff del Intendente, del Gobernador, del Alcalde o del Presidente sería considerar que ese equipo ya existe y lo integran sus funcionarios de secretaría y sus ministros.
Considero que la objeción no es válida, y me fundamento en consideraciones tanto técnicas como prácticas.
Desde el punto de vista técnico: todo enfoque profesional de los recursos humanos y del desarrollo de las organizaciones diferencia entre los cargos de línea (primordialmente ejecutivos) y los cargos de staff (básicamente de planificación y apoyo). Son las estructuras de staff, o estado mayor, las que ayudan a funcionar mejor a las estructuras de línea.
Y desde el punto de vista práctico: los gobiernos que funcionan con eficacia, más allá de sus orientaciones políticas, son aquellos que cuentan con una buena estructura de staff trabajando cotidianamente con el gobernante. 
Cuando se piensa en una forma de organizar el gobierno, parece sensato mirar más allá de los juicios y prejuicios de cada uno. Esto se logra acudiendo al conocimiento profesional y también observando qué es lo que hacen en la práctica los gobiernos que funcionan.
Nueva estructura del gobierno
En realidad, el gobernante debería elegir 2 equipos diferentes. Uno, el equipo de línea, el ejecutivo, el que integran los ministros y toda su estructura. Y otro el equipo de staff, el del trabajo más cotidiano del jefe comunal, el que le ayuda a dirigir y coordinar al área ejecutiva.
La soledad del gobernante (el pasado, el presente o el futuro) es peligrosa. Por brillante que sea, esa soledad pone en alto riesgo su gestión. Y afecta negativamente al propio gobernante, a su partido político y fundamentalmente a la población, la cual necesita gestiones de gobierno que estén a la altura de los complejos tiempos que vivimos.
Gobernar, a la vista está, no es fácil. Tal vez lo primero de todo sea saber armar, en tiempo y forma, una estructura que ayude a quien gobierna a dirigir su propio gobierno. Porque si ésto no se logra, ¿cómo se puede liderar? Salvo que el gobernante crea que es una especie de moderno Leonardo da Vinci que todo lo sabe sobre todos los temas. Algo que también ocurre, por cierto. Pero que ni el propio Leonardo se lo creía tan literalmente...

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