CANTINFLISMO-LENINISMO

Por Uriel Flores Aguayo

Hace algún tiempo, más de tres décadas, la izquierda mexicana se definía como marxista - leninista, por la influencia soviética que se auto nombraba heredera de la obra de Karl Marx y se reivindicaba fundada por Vladimir Ilich Ulianov, “Lenin “. Después de algún acercamiento al eurocomunismo que permitió desprenderse de la simbología y conceptos soviéticos, como la hoz y el martillo y la idea de la dictadura del proletariado, entre otras, se abrió a las fusiones, a la unidad y a las más amplias coaliciones electorales y orgánicas.



De ahí viene el PRD, como convergencia de izquierdas comunista, socialista, revolucionaria, nacionalista, priista y membretaria. Fue la etapa en que se presentaba como izquierda Cardenista, más segura del apellido que del nombre. Le costó mucho tiempo definirse de izquierda; dirigentes importantes hablaban de que eso no era necesario, que no venia al caso. Después vino la etapa Obradorista, la del partido–movimiento, una mezcla de pragmatismo en los hechos con un discurso anti sistémico.
Fueron celebres los debates sobre las estrategias y las grandes definiciones en el PRD: gobierno de transición o de salvación nacional. En cualquier caso se mantenía el rumbo en un proyecto de transformación nacional, había idearios y posiciones en ese sentido. Se tenía una identidad más o menos clara.
Ahora, eso se perdió en el PRD. Se están haciendo alianzas con el PAN por la vía de los hechos, sin que medie un debate nacional, sin resolución y mandato en ese sentido. Se volvió un partido electorero y muy desdibujado en lo ideológico. No se le conoce agenda de ideas y movilización social. Se ha perdido de vista el papel histórico de la izquierda, los temas de igualdad y pobreza, para pasar a un frenesí por los cargos y los presupuestos. Es una crisis política con alcances morales e ideológicos
Sin marco teórico, sin debate y sin definiciones centrales que orienten su existencia el PRD y algunos sectores de su influencia han pasado a girar en torno a lo que se puede definir como cantinflismo-leninismo, por identificarlo de alguna manera. Por cierto, Cantinflas era más pero mucho más simpático que algunos de los actuales representantes perredistas. El cantinflismo en sentido estricto está en sus ambigüedades, en sus cambios abruptos de discurso y en su desapego de la realidad. Hablan poco, casi nadie les entiende y si, acaso, sus tema es el poder en abstracto y de autoconsumo. El pueblo, la gente, la sociedad y el ciudadano quedaron fuera de sus preocupaciones y sus mensajes. Será, acaso, es pregunta, que en México ya no hay clases sociales, que desaparecieron las desigualdades, que no hay grupos de interés y que todos coincidimos en el mismo proyecto nacional, como para que ya dé lo mismo un partido que otro. La derecha está mas tranquila porque siempre impone su programa, a la buena o a la mala; porque tiene opciones políticas múltiples y no necesita presentar su verdadero rostro, siempre se camuflajea en siglas, lemas y ocurrencias. Incluso, ha logrado llevar a la cola a un sector de sus antagonistas históricos.
El debate que viene en el campo de la izquierda partidista, que ocurrirá después de las elecciones presidenciales del 2012, será sobre la necesidad o no de la izquierda en México y, después, sobre sus tipos, sustancias y formas. Por ahora ahí está el membrete con registro, sus preparativos, sus campañas y sus espectáculos.
Se convive desde algún tipo de militancia real con franjas en penosa y peligrosa descomposición, sobre todo en los niveles locales, donde cualquier trastupijes o malandrín, casi siempre analfabetas, se proclaman de izquierda, crean algún membretillo y lo utilizan para atacar a quienes defienden historias ,militancias, convicciones, prestigios y propuestas. Aunque, ahí si, como dijo el Quijote, es muestra de que avanzamos.
La esperanza en que con el tiempo la izquierda partidista recupere el rumbo, gane autoridad moral y se convierta en un impulsor de la transformación social.


Recadito: no hay de otra, ya debe salir del closet.

urielfloresaguayo@hotmail.com

Xalapa Enríquez ver., 11 de febrero 2011