LA MAGIA NEGRA Y LA
SUPERSTICIÓN
"Si un hombre aspira a una vida
correcta, su primer acto de abstinencia
es el de lastimar animales"
Tolstoy.
Por: Maricarmen García Elías
Hay
fechas fatales para los animales a lo largo del año en todo el mundo, por
ejemplo, el halloween en Estados Unidos donde se hacen sacrificios de animales
o el Día de Acción de Gracias que cobra la vida de millones de pavos, las ceremonias del medio oriente donde
sacrifican miles de ovejas, las navidades con juegos pirotécnicos que lastiman
los oídos de los perros, las fiestas religiosas como la Candelaria en Veracruz
que cobra la vida de majestuosos toros cebú o el tradicional primer viernes de
marzo, donde los brujos hacen rituales con animales.
Sea
cual sea el motivo o creencia aún hay
mucha ignorancia en las prácticas donde se emplean animales. Es respetable que
cada persona crea y haga lo que se le dé la gana, pero siempre y cuando no
afecte derechos de terceros. Este tema ya me había interesado años anteriores,
en esta ocasión, el primer viernes de marzo fue la semana pasada y me llamó
nuevamente la atención escribir porque observé algunas cosas con las que quizá
algunas personas compartan mi punto de vista, que desde luego, es una opinión
personal.
Ese
día, no faltó escuchar a algunos compañeros decir “me voy a dar una limpia”, me
asombré porque algunos son personas con licenciatura que se supone adquirieron
conocimientos académicos durante largos años que se contraponen a las
supersticiones. Pero bueno, la ignorancia no se detiene y puede apoderarse de
cualquiera. No está en tela de juicio si existe el bien o el mal, las
supersticiones y la magia blanca y negra, como dije antes, es respetable la
creencia de cada persona y analizar eso corresponde a quienes saben del asunto,
a otros expertos.
Lo
que sí es triste es que en nombre de la brujería se sacrifiquen animales que
nada tienen que ver con esto y basta ver los ojos transparentes y nobles de cualquier
perro o gato mimándose en nuestras manos. Ese mismo día leí un anuncio en el
periódico que decía “hago limpias con gallinas negras”, “amarres definitivos”,
etc. Etc. Recordé que hace algunos años una persona, originario de San Andrés Tuxtla,
me comentó que fue a que le hicieran “un trabajo” y para ello la bruja tomó un
gatito negro vivo, con un cuchillo le abrió el estomago y le dio a comer el
hígado a esta persona mientras el animal agonizaba, en otra ocasión le rociaron
sangre de una gallina degollada, y aunque pareciera que son asiduos a este tipo
de rituales las personas más ignorantes y con escasa preparación y nivel
cultural, para mi asombro la persona que me platicó esto también había cursado
una maestría.
Me
puse entonces a revisar la red y encontré testimonios de algunos rituales donde
se emplean animales, por ejemplo, el uso
de búhos en la magia negra y la brujería es uno de los principales factores
para el comercio encubierto de estos animales en India. Según el informe
publicado hoy por TRAFFIC (programa conjunto de WWF y la Unión por la
Conservación de la Naturaleza, UICN), en los rituales y ceremonias se usan los
cráneos, plumas, garras, huevos, vísceras y huesos de estos animales.
Toros,
chivos, sapos, cabras, perros, monos y demás animales también son empleados en
diversos rituales de brujos en el Estado y el país, puesto que México es uno de
los países de Latino América que aún albergan este folclor. Casi en toda Latino
América se observan este tipo de prácticas.
En
otros países, para atraer la lluvia o mejorar las siembras, también se emplean
animales vivos; entre los wambugwe del África oriental, cuando un brujo desea
hacer llover, coge una oveja y una ternera negras y en día de sol las pone
sobre el techo de la cabaña comunal donde está reunida la gente. Después abre
el vientre de los dos animales y esparce sus vísceras en todas direcciones; si
después de poner juntos en una vasija agua y "medicina" llega a
hervir el agua, el encantamiento ha tenido éxito y la lluvia empezará. Por el
contrario, si el hechicero desea impedir que caiga la lluvia, se retira al
interior de la cabaña y allí calienta un cristal de roca dentro de una
calabaza.
Con
objeto de procurarse lluvia, los wagogos sacrifican aves negras, ovejas negras
y demás reses negras en las sepulturas de los antepasados y el "hacedor de
lluvias" lleva vestidos negros durante la estación de las aguas. Entre los
matabeles, el hechizo para la lluvia estaba hecho con sangre y hiel de un buey
negro. Otras tribus ofrendan en época de sequía una cabra negra en la cima de
una montaña muy alta. En todos estos casos tiene participación en el hechizo el
color del animal; siendo negro, se obscurecerá el cielo con nubes de lluvia.
Los
indígenas de Timor sacrifican un cerdo negro a la diosa-tierra para que llueva
y otro blanco o rojo al dios-sol para que aclare. Los angoni sacrifican un buey
negro a la lluvia y uno blanco para el buen tiempo. Entre las altas montañas
del Japón hay un distrito en el que si la lluvia no ha caído en mucho tiempo,
una partida de aldeanos va en procesión al lecho de un torrente montañoso
dirigidos por un sacerdote que lleva un perro negro. En el sitio elegido, atan
el animal a una roca y le hacen blanco de sus flechas y proyectiles. Cuando su
sangre salpica las rocas, sueltan los campesinos sus armas y elevan su voz en
súplica al dragón divino del torrente, exhortándole para que limpie el sitio
profanado por la sangre del perro.
Y
para qué seguirle si la lista es larga. Hay un libro que se intitula “Los
brujos en el poder”, que también da cuenta de lo que es capaz de hacer una persona
en pos de conseguir algo que anhela mucho. Como sea, aquí el punto es que la
legislación que protege a los animales también debe incluir que se les proteja
de ser usados en estas prácticas. Claro que una parte y quizá la más importante
es la educación, en la medida en que una persona adquiera conciencia del
respeto que merece todo ser vivo, seremos una sociedad más civilizada y
próspera sin tener que recurrir a estos rituales. gaem80@gmail.com
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